¿Cómo manejar la crítica destructiva que sale de ti y la que viene hacia ti?

¿Cómo manejar la crítica destructiva que sale de ti y la que viene hacia ti?

Llevo horas sentada frente a mi laptop y todavía no sé cómo empezar, hasta ahora sólo he escrito el título y estas dos líneas.

Minutos después se despierta la musa y…

He leído tanto sobre este tema y son tantas las aristas que podría tomar que se me vuelve complejo explicarlo, sin embargo voy a tratar de hacerlo lo más simple posible, para mí y para ti.

Desde hace unas semanas empecé a interactuar activamente en grupos de Facebook y me ha sorprendido el nivel de agresión que existe entre las personas al emitir una opinión y que al final es lo que llamamos coloquialmente “criticar” las opiniones de los demás.

Realmente me llama la atención y me hace cuestionarme mi propia crítica, así que decidí investigar un poco más el tema. Qué es la crítica…

Terminé viajando hacia atrás, desde el 2016 D.C hasta algunos años (no tengo idea cuántos) A.C.

Todo comienza por donde todas las cosas de este mundo occidental comienzan (Si no son todas, es la mayoría) por los Griegos. Esos pensadores que además eran físicos, matemáticos, filósofos, escultores y otros, que definieron y además VIVIERON muchos de los conceptos que hoy conocemos (o creemos conocer).

Aprendí que la palabra crítica deriva del griego (κρίνειν krínein) que significa discernir, separar, analizar. Para mí, discernir, separar y analizar son conceptos que están muy alejados del momento en el que todos hemos sido “criticones”, porque todos hemos pasado por ahí ¿Cierto? 😉

La crítica se aplica en muchos ámbitos hoy en día: ciencias, cine, deporte, gastronomía. Hoy todos somos críticos en algo, ser crítico nos hace ser expertos y ser experto nos puede acercar al éxito porque así nos diferenciamos de los demás, entonces empezamos a creernos que para ser exitosos tenemos que ser criticones de todo, dueños de la verdad.

La raíz de la crítica es siempre tratar de proponer la “verdad”, aquello que es real. Pero, ¿Qué es real? ¿Cuál es la verdad? Cada quien tiene su verdad, cada quien ve la realidad como la quiere ver, ¿Por qué creer que mi verdad es igual a la tuya?

No nos vamos a poner a filosofar aquí como los griegos pero sí podemos hablar de lo que la sociedad ha denominado como crítica constructiva y crítica destructiva.

La crítica positiva trata de buscar la objetividad de las cosas, hechos o personas, toma los defectos o errores como un campo de posibilidades de donde se puede aprender, crecer y mejorar. Esto suena muy bonito en papel, pero para poder llevarlo a cabo las partes tienen que ser neutral, es decir no involucrar sentimientos y emociones y no tomar nada personalmente.

Se requiere de mucho trabajo interno y humildad para tomar la crítica positiva que alguien te da sobre un tema en específico y sacar lo mejor de ella sin caer en la novela de “¡¡¡¡Aaaaayy mira lo que me dijo :´O!!!!”

Siempre van a haber dos partes involucradas para que se genere una crítica, si lo llevamos al área de relaciones personales hay una persona que va a emitir la crítica y otra persona que la recibirá. Ambas personas tienen que estar vibrando en la misma frecuencia (Sí, en esta vida todo es energía) para que la crítica sea realmente positiva.

Si la persona que emite la crítica está en su mejor postura para no hacer daño sino construir en conjunto y el receptor no quiere saber nada del asunto, pues no hay caso, el mensaje nunca pasará…

Es ahí cuando siempre digo, “cada quien escucha lo que quiere escuchar, ve lo que quiere ver y entiende lo que quiere entender”.

Con respecto a la crítica destructiva, he sido víctima de mucha crítica negativa, pero también he sido responsable de mucha crítica hacia los demás, ¿Quién no? Aquí nadie está limpio…

Ahora he entendido que la práctica de la crítica se ha llevado al nivel de “fabricar juicios y expresarlos (Me da risa cómo se va dando todo… empiezo a investigar de una cosa y eso me lleva a la otra y al final de muchas vueltas todo está conectado) Después de un suspiro continuo…

Juicio:

Según Aristóteles, juicio es el pensamiento compuesto de más de una idea, pero dotado a la vez, de una unidad especial que se logra por medio de la cópula.

¡¡¿WTF¡?!! Yo no entendí nada, ¿Y tú?

Cópula es: Whatever, NEXT… (Mucha lectura después llego a esto)

El juicio es la opinión que se tiene sobre una persona, hecho o cosa. Se entiende que el juicio se debería utilizar para distinguir entre el bien y el mal, entre lo bueno y lo malo. (Pero si seguimos por aquí vamos a terminar filosofando otra vez…)

Si volvemos a la crítica destructiva y nos enfocamos en las personas vendría siendo el ataque a la identidad de la persona según el juicio que tenga cada quien.

Por ejemplo: En esta foto la Duquesa de Cambridge luce un sombrero rojo.

Crítica destructiva 1: No entiende de colores, le queda mal el rojo.

Crítica destructiva 2: El rojo está bien, pero esas hojas son las que aparecen en la bandera de Canadá, ¿Acaso ella es canadiense?

Crítica destructiva 3: No tiene gustos, para un sombrero así, mínimo un vestido rojo.

Crítica destructiva 4: No soporto su sonrisa, ella es tan falsa.

¿Ves cómo una simple foto puede generar tantas críticas? Estas son las verdades de cada uno de los criticones:

CD 1: Sabe de colores, debe ser pintor

CD 2: Sabe de banderas, debe ser del partido opuesto

CD 3: Sabe de moda, debe ser fashonista

CD 4: Sabe de lectura facial, debe ser neurolector facial

Jajaja, muchas veces emitimos opiniones y no somos nada, ni pintor, ni del partido opuesto, ni fashonista ni neurolector facial (Si es que esto existe).

Nuestros juicios y opiniones están a la orden del día, lo peor de todo es que a ella no le llega nada, así es, ella nunca escuchará las opiniones que tú y yo emitamos de su sombrero, por lo tanto, esa destrucción es solamente para nosotros.

¿Cuánto tiempo y energía le dedicamos a hablar de los demás, de lo que hacen, de lo que dicen, de lo que piensan? ¿Por qué no usamos esa energía para construir algo positivo? Después de todo, para eso es la crítica para solucionar los baches que se presenten y seguir avanzando.

He aquí las diferencias entre críticas destructivas y constructivas:

Crítica Destructiva v/s Crítica Constructiva

  • General: Eres estúpido v/s Puntual: Has cometido una estupidez.
  • Culpabiliza: Arrepiéntete v/s Busca soluciones: ¿Qué puedes aprender de tu error?
  • Pasado: No supiste, no lo hiciste, no cambiaste, no corriste, etc v/s Futuro: ¿Cómo puedo hacerlo mejor la próxima vez?
  • Agresiva: Haces todo mal v/s Específica: Has cortado mal este tomate.
  • Justifica el error: Es que no sabía, es que, es que, es que… v/s Se responsabiliza: Es mi responsabilidad, yo buscaré la solución.

Está bien emitir opiniones, cada quien tiene una voz que alzar para que sea escuchada y eso es expresar ideas pero no hay que caer en destruir al otro.

Todos tenemos un pedacito de la verdad y si la juntamos podemos crear una verdad que nos acerque más como seres humanos. Ése es el verdadero éxito, validar la verdad del otro, algo habrá vivido ese ser que lo llevó a pensar de esa manera…

Te doy 5 pasos que he llevado a cabo para no resultar ser criticona:

  1. Antes de responder a una opinión, analiza todos los factores, no dejes nada por fuera.
  2. Ponte en los zapatos del otro, si son más personas involucradas entonces entra en los zapatos de cada uno de ellos, todos ven un ángulo distinto de la misma verdad.
  3. Organiza tus ideas antes de hablar.
  4. Muestra empatía con la otra persona, empieza por hablar de los puntos en común que tienes con su idea, felicítalo por su comentario (Esto siempre hace que la otra persona se calme)
  5. Poco a poco ve introduciendo tu punto de vista y justifícalo, no sirve de nada decir “Ay yo no creo eso” y quedarse callado, ese tipo de comentarios son muy destructivos, caen mal y no aportan a la conversación o al grupo presente. Si vas a emitir una opinión más vale que tenga peso.

Es algo como esto:

Escuchar lo que el otro dice, después te toca a ti: “Yo no estoy muy de acuerdo con tu punto de vista, es decir, entiendo lo que dices por esto, esto y lo otro pero creo que este punto no lo tienes claro/no ves bien las cosas/te equivocas/lo que se te ocurra pero que suene bien, yo creo que este punto es de esta manera por esto, por esto y por esto.

Este tipo de conversaciones terminan en una grata experiencia que lleva a ambas partes a sentir que ganaron mucho de ella, sino simplemente vas a terminar cayendo en una discusión y a tildar a otro o que te tilden a ti de criticón.

¿Y cómo hago si es a mí a quien critican siempre?

Bueno, si tienes criticones a tu alrededor primero es porque tú se lo permites, sip, TÚ le das el poder de criticarte. Para que la gente deje de criticarte tienes que estar tú al poder de ti, de tu vida, NADIE tiene que ocupar ese puesto por ti.

Para estar al poder necesitas conocimiento de ti, necesitas saber de ti, estar en conexión contigo.

Te dejo con esta reflexión de Sócrates (Sí, terminamos con los griegos, serán antiguos pero no pasan de moda 😉 No hay nadie mejor que él para explicarte cómo utilizar el filtro de las 3 barreras.

No olvides dejarme tus comentarios ¿Cómo haces tú con la crítica? La dominas o ella te domina a ti?

Sócrates estaba cansado de los chismes, hasta que un día un joven discípulo llegó a su casa:

– ¡Maestro!- exclamó agitado- tengo que contarle algo. Un amigo suyo estuvo hablando de usted con malevolencia.

– Espera – lo interrumpió el filósofo- ¿Ya hiciste pasar lo que quieres decir por las tres barreras?

El discípulo lo miró perplejo:

– ¿Las tres barreras?

– Sí. La primera es la verdad. ¿Has comprobado que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

– ….no… en realidad lo escuché decir a unos vecinos.

– Si no sabes si es verdadero, al menos lo habrás pasado por la segunda barrera, que es la bondad- dijo Sócrates- Lo que me quieres contar, ¿es bueno?

Luego de unos segundos, el joven respondió:

– En realidad, no. Al contrario…

-¡Ah!– exclamó el sabio- entonces vamos a la última barrera, la necesidad ¿Es necesario hacerme saber lo que parece inquietarte tanto?

El discípulo bajó la vista:

– Para ser sincero, no. Necesario no es.

– Entonces – sonrió el sabio – si lo que quieres decir no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

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