Los Errores y la Intuición

Los Errores y la Intuición

Te voy a contar una historia…

Yo no tuve una niñez de niña normal. Empecé a tocar piano a los 4 años y a los 5 ya estaba estudiando en el Conservatorio. Conforme fui creciendo la presión fue aumentando cuando empecé a tomar otras asignaturas y cada vez tenía menos tiempo para nada más.

Aprendí desde muy pequeña lo que es la disciplina, responsabilidades, decisiones, trabajo diario, sacrificio; hoy lo agradezco, sé que es lo que ha hecho que hoy sea lo que soy, pero en ese momento no lo podía ver y eso más bien me creó mucha frustración y resentimiento hacia mí, hacia mi mamá y todo el mundo en general.

Esta era yo a los 5 años en mi primer concierto de piano

Mi mamá era muy exigente y yo sentía que ella no toleraba ningún error mío, yo no tenía otra opción, era ser perfecta o no ser nada que valiera la pena. Yo no decía nada, solo hacía lo que ella me pedía.

A los 13 años una profesora americana fue al conservatorio a darnos una clase magistral de piano. Yo empecé a tocar, ella me interrumpió y me dijo “equivócate” yo puse cara de “¿qué? disculpa, ¿me acabas de decir que me equivoque?” y ella se sonrió y me volvió a decir “anda, equivócate”.

Ni siquiera podía equivocarme, no sabía cómo hacerlo.

Mi mamá estaba escuchando esa clase y me estaba viendo, si me equivocaba me iba a meter en problemas con ella y no quería eso, yo estaba paralizada, no podía equivocarme.

La profesora me dijo que empezara a tocar de nuevo y así lo hice, ella empezó a empujarme los brazos y los dedos empezaron a fallarme, “continúa” me decía riéndose, yo trataba de seguir y ella me agarraba las manos para que no pudiera tocar bien y empezaba a salirme todo mal.

Yo quería llorar; en mi cabeza pensaba “esto no se supone que sea una clase magistral, ella se está burlando de mí, me hace equivocarme y ahora todos se están riendo de mí, hasta mi mamá, ella no me permite equivocarme y ahora que me equivoco se burla”.

En ese momento no veía la lección que esta profesora me estaba tratando de dar, muchos años después lo entendí y pude reír también al igual que lo hicieron todas las personas que estuvieron presentes ese día.

A lo que voy es que pocos aprenden a cometer errores cuando niños. A mí me tocó aprender a cometerlos, aceptarlos y hasta emocionarme cuando aparecen.

Lo errores son parte de nuestra humanidad, nadie es perfecto en nada de lo que hacemos.

Personalmente confieso que he cometido muchísimos errores, pero algo que hoy puedo reconocer que nunca se ha equivocado es mi intuición, la que se ha equivocado soy yo de no seguirla, pero la intuición siempre ha dado en el blanco, a hecho lo correcto y me ha ayudado durante toda mi vida.

No sé, llámalo sexto sentido si quieres, pero siento que desde que me di permiso para confiar en mi intuición mi vida ha cambiado por completo, escucho las corazonadas, los escalofríos, los dolores de estómago, por algún lado se manifiesta y siempre busco la tranquilidad, si la intuición está tranquila es porque estoy haciendo lo correcto, aunque no me guste o no le guste a los demás.

De esa intuición sale Mujer Exponencial, mi última invención y primer nuevo proyecto del 2020, desde el inicio se hizo al 100% siguiendo la intuición y hasta el momento los resultados han sido increíbles.

No sé por qué pero tengo la impresión de que esto va a traer cosas muy interesantes en el futuro próximo para ti, para mí y para todos ¿Cómo lo sé? La verdad no sé explicarlo, es una sensación de satisfacción y plenitud en todo el cuerpo.

Si no te has unido hazlo aquí. Hombres y mujeres bienvenidos todos.

Nos vemos en el lanzamiento este 8 de Marzo.

#ÉchaleCandela
Waleska

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